fractal

23/12/09

mon amie la rose





Somos muy poca cosa
y mi amiga la rosa
me lo ha dicho esta mañana:
Nací en la aurora
bautizada por el rocío,
me abrí
feliz y enamorada
con los rayos del sol.
Me cerré por la noche,
me desperté vieja.
Sin embargo era muy bella
Si, era la más bella
de las flores de tu jardín.

Somos muy poca cosa
y mi amiga la rosa
me lo ha dicho esta mañana:
Mira el dios que me ha hecho
me hace inclinar la cabeza
y siento que me caigo
y siento que me caigo.
Mi corazón está casi desnudo,
tengo el pie en la tumba
ya no soy más.
Tú me admirabas ayer
y seré polvo
por siempre mañana.

Somos muy poca cosa
y mi amiga la rosa
ha muerto esta mañana.
La luna esta noche
ha velado a mi amiga,
Yo en sueños he visto
deslumbrante y desnuda
su alma que bailaba
más allá de las nubes
y que me sonreía.

Cree aquel que puede creer,
Yo necesito esperanza
sino no soy nada…
O bien tan poca cosa,
fue mi amiga la rosa
quien lo dijo ayer por la mañana.


Una canción extremadamente emotiva, con una poesía muy bella y triste a la vez. El pensamiento fácil sería que nos habla de lo efímero de la vida y también lo fugaz de lo hermoso. Al ser cantada por una mujer, uno se remite a cuan poco dura esa hermosura junto con la juventud. Aunque si lo traemos a estos tiempos, tanto mujeres como hombres se hallan preocupados por el dúo belleza-juventud. Van detrás de ellos, olvidándose de ser auténticos. Que envejecer es vivir, y las marcas del tiempo son nuestros galardones. Algunos los llevaran mejor que otros.


Françoise Hardy posee una voz encantadora y natural, que sin ostentaciones, transmite mucho. La canción me retrotae a otras épocas, cuando en la casa de mis padres se escuchaba mucha música francesa e italiana. Y la única preocupación era crecer y soñar...

15/12/09

Es más de lo que puedo decir de cierta gente

Pasando por la biblioteca y viendo el libro, releí uno que otro cuento de Lorrie Moore. Mucho sobre ella no puedo decir. Me gusta. Algunos la han nombrado como la heredera de Raymond Carver - me parece excesivo -. Las mujeres protagonistas de sus cuentos son fuertes, armadas con su inteligencia, y un humor oscuro; luchando con la desesperación de lo cotidiano en sus vidas. Disfruté mucho Hospital de Ranas. He aquí un par de cuentos de Es más de lo que puedo decir de cierta gente (Emecé Editores, 1999).

......
-Un brindis. Ha llegado el momento de hacer un brindis.
-¿Te parece?
-Sí. -Nadie había brindado por Abby y Bob en su pequeña boda, y eso estaba mal, pensaba Abby ahora. Treinta invitados que después de comer los canapés de jamón se fueron a su casa. ¿Cómo podía salir bien un matrimonio, de esa manera? No porque esas ceremonias fueran importantes en sí mismas. No eran nada. Eran cero. Pero eran ceros que ocupaban lugares, que contenían números y ecuaciones intactas. Y si se realizaban era posible seguir adelante, conocer el poder vacío de las bendiciones, y no pasarse la vida lamentando no haberlas recibido.
De allí en adelante Abby creería en los brindis. En ese momento componía uno en su cabeza, en una especie de vacilante filatelia. Miró a su madre y respiró hondo. Quizás su madre nunca le había demostrado afecto, realmente no, pero le había enseñado a estar sola, con sus terribles sacudidas al tratar de salir afuera,y el suave deslizamiento de regreso a la paz. Abby brindaría por eso. La verdadera madre brutal de cada uno era el mundo, que nutría y abandonaba; la propia madre era más bien hermana de uno en ese mundo. Abby levantó la copa.
-Que lo peor esté siempre a tu espalda. Que el sol de cada día caliente tus brazos... -Miró la servilleta del cóctel como buscando ayuda, pero sólo vio en ella el dibujo de una fornida muchacha irlandesa, con dos tréboles sobre los pechos. Alzó nuevamente la mirada. "¡La palabra de Dios es rápida!" -que tu auto siempre arranque... -Pero tal vez Dios también podía comenzar con elevadas y lentas palabras; el golpe bajo, la historia sencilla. -... y que siempre tengas una camisa limpia -continuó con tono frívolo, público, audible -, ...y un techo sobre tu cabeza, hijos sanos y buenos repollos... y puedas estar conmigo en mi corazón mamá, como estás ahora, en este lugar; por siempre y siempre... como una luz encendida.
Hubo ruidos en el pub.
La confusión es a la infancia como un viaje es a los labios.
-Sí -dijo la señora Mallon, mirando su cerveza con concentración, los ojos brillantes. Nunca le habían dicho algo más hermoso antes, y ahora se sonrojó, sus orejas eran un fuego. Levantó su vaso y bebió.
(extracto del cuento Es más de lo que puedo decir de cierta gente)


....... Olena llevaba el pelo largo, despeinado, descuidadamente recogido en la nuca con una hebilla. Cuando fue hacia Nick para saludarlo, y él miró hacia otro lado sin dar señales de reconocerla y luego centró otra vez su atención en la melena pelirroja, Olena bajó la mano que había levantado hacia la hebilla y se arregló el pelo. Nunca encajaría bien en ese ambiente, pensó. Entre estos tipos vivaces, activistas. Prefería a los poéticos empleados de una biblioteca. Eran delicados y adecuados a su ámbito, intelectuales, con problemas físicos. se reunían alrededor de una mesa para trabajar, analizando a Ton Swifties:
-Tengo que ir a la ferretería -dijo penosamente.
-¿Quieres un helado? -preguntó alegremente.

Pasaban los fines de semana en la Clínica Mayo. "Es un parque de diversiones para hipocondríacos", dijo Sarah, especialista en catálogos. "Una mezcla de Lourdes y El nuevo precio es correcto", dijo otro llamado George. Esta era la gente que le gustaba: personas con quienes no se puede vivir.
Se volvió para ir al toilette y chocó con Ken. Él la saludó con un abrazo y le susurró al oído:
-Tu vives con Nick. Ayúdanos a pensar en un tema. Necesito otro tema.
-Te compraré uno en el kiosco de temas -respondió ella, ......
(extracto del cuento Vida comunitaria)