fractal

29/4/09

Premio al soñador

Resulta que Petardy creó un premio con el fin de entregárselo a todo aquel blog/blogger que en sus letras y filosofía deje claro que tiene una meta que alcanzar, unos sueños y objetivos por cumplir, o una Ciudad Esmeralda que visitar. En un emotivo acto Julia me lo ha concedido.

Mis soñadores son:


Besos a las premiadas. Disfruten.




24/4/09

Soliloquio sobre un Aforismo

Aforismo de Arthur Schnitzler

"No es el exceso de confianza, sino la escasez de fantasía, lo que hace tan difícil que el varón crea en la infidelidad del ser amado"


El pensamiento sería el correcto para un hombre del siglo XIX, pero después de leerlo y en los tiempos en que vivimos, la pregunta sería: ¿Será así, todavía? ¿Estamos los hombres tan faltos de fantasía (aquí, traducida como imaginación), que podemos creer en tal aseveración? Si me miro en el espejo, debo pensar que no. Aún sabiendo, que Uno tiene una visión distorsionada de sí mismo. Pero si miro en mi derredor, parece que nada ha cambiado. Hay hombres que se quedaron en el siglo pasado, otros siguen en el Medioevo y otros vaya uno a saber, si no son paleolíticos.

La pregunta, en cuestión, sería: ¿los hombres no sabemos, no podemos, no queremos, pensar a las mujeres como iguales? ¿Tanto nos cuesta verlas en un plano de igualdad? Así debe ser; si Uno se detiene a escuchar lo que dicen ellas, en referencia a nosotros.

Cualquier varón diría, "son puras quejicosas, no más", "viven demandando atención", y así una retahíla de obviedades. Pero si una persona nos está haciendo saber que se encuentra incomoda - por decirlo, de alguna manera -. ¿No deberíamos prestar atención al hecho?


Continuando con el aforismo, se pude inferir que el exceso de fantasía en un varón deviene en la existencia de un potencial Otelo. Seguro que me indicarían que lo que padecía Otelo, era un complejo de inferioridad, es válido; pero también poseía una imaginación frondosa.

Ahora bien, las mujeres, ¿ poseen abundancia de fantasía y es por ello que nos marcan de cerca; pensando en nosotros como infieles, netos? O tal vez como Cordwainer Smith describe, en la historia* de Dolores Oh y Magno Taliano, en uno de sus párrafos:

"Dita había estudiado la obra de los capitanes de viaje y sabía muy bien que si se dañaba el paleocórtex, la personalidad conservaba la cordura intelectual pero se volvía emocionalmente loca. Desaparecida la parte más antigua del cerebro, se desactivaban los controles fundamentales de la hostilidad, el hambre y el sexo. Los animales más feroces y los hombres más brillantes quedaban reducidos a un mismo nivel de afabilidad pueril en que la lascivia, el juego y un hambre implacable se trasformaban en la eternidad de sus días."

Esto serán los hombres, para ellas. Instintos básicos y poco intelecto. Poco trabajo del lado izquierdo del cerebro y mucho del derecho.

Lo que se puede asegurar es que nos estamos quedando atrás, como género, y las mujeres van por delante mejor adaptadas a los nuevos tiempos.

Todo esto por leer un simple aforismo de Schnitzler. Será mejor que deje de pensar en ello, o mi cerebro terminará abrasado como el de Magno Taliano.


Claves: * Los Señores de la Instrumentalidad, Tomo I, El abrasamiento del cerebro, página 233, Cordwainer Smith, Ediciones B. 1991

11/4/09

Porque sí

Niñez

  • Toccata and Fugue in D Minor - Fantasia (1940)
  •  


  • Fantasia - Mickey The Sorcerer's Apprentice





Juventud y adultez

  • Obertura de la Opera Guillermo Tell - Rossini




  • Madame Butterfly - Un bel di, vedremo - Puccini






No diré nada nuevo, la música me aquieta. Estaba buscando el aria de Madame Butterfly y al encontrar esta versión, recordé - no sé porqué - la introducción de Guillermo Tell y ahí, hallé las versiones de Fantasía; las cuales me han traído otros recuerdos . Están para ser disfrutadas y que a cada uno le acerque sus recuerdos, o le despierten emociones.

10/4/09

Madre - In memoriam

In Memoriam
I Wage not any Feud with Death


Yo no negocio ningún feudo con la muerte,
Por los cambios provocados en forma y mente;
Ninguna vida menor que abraza la tierra
Se cruzará con él, ni a mi fe le dará guerra.


El eterno proceso avanza,
De estado a estado el espíritu pasa;

Estos son apenas los tallos destrozados,

O las ruinas de una crisálida.


No culpo a la Muerte, pues ella desnuda
El uso de la virtud en el planeta:

Yo sé que aquel valor humano

Brillará intensamente en otro lado.


Pero esto sólo la Muerte me provoca:
La ira que se asienta en mi corazón;

Ella distancia de tal modo los cuerpos

Que a nuestros oidos no llega ningún lamento.


Lord Alfred Tennyson (1809-1892)


Otoño

Sobre su nueva y brillante tumba
Las hojas de otoño están cayendo,
Donde la hierba alta se inclina oyendo
El murmullo incesante de las olas.

Anciano otoño, estoy aquí
Con mis espigas en cada mano;
Pronuncia la palabra del olvido,
Sólo el reposo parece bueno para mi.
El pájaro habita en la escarpada aurora,
La alondra traza el aire en silencio,

La abeja danza entre las campanas del brezo

Que ocultan a mi bella Señora.


El venado salvaje sobre su pecho con frialdad,

Las aves silvestres elevan sus alas calientes;

Y Ella a todos les sonríe indiferente,

¡La han dejado sola en su soledad.

Supuse que cuando el oscuro muro de su tumba
Retuvo su delicada y femenina forma,

Nadie evocaría la dicha que recorta

La Luz efímera de la alegría.


Pensaron que la ola de la tristeza pasaría

Sin dejar huellas en los años futuros;

¿Pero dónde están ahora todas las angustias?

¿Y dónde aquellas lágrimas?


Deja que luchen por el honor del aliento,

O por el placer sombrío y fuerte,

El morador de la Tierra de la Muerte

Es inconstante e indiferente también.


Y si sus ojos han de observar y llorar

Hasta que la fuente del dolor se seque,

Ella no retornará -de su tranquilo sueño-

Ni devolverá nuestros vanos suspiros.


Sopla, viento del oeste, sobre el árido túmulo:

¡Murmuren, arroyos del verano!

No hay necesidad de otros sonidos
Para custodiar a mi dama en su descanso.
Emily Brontë (1818-1848)


Ya hace mas de 10 años de su fallecimiento, pero es como si hubiera sido ayer. Debo dejar ir el dolor. Este es mi homenaje. Encontrar en las palabras de otros, lo que hubiera querido escribir. No es lo mejor, pero como suele suceder, estoy sin palabras, sólo emociones. Tal vez debería pensar que me ha dado una última lección. Encarar la muerte con dignidad, valor, y en cierta forma, serena.
Aquí mi pequeño acto; un 10 de abril mi Madre falleció. Hoy me despido - de algún modo - tratando de asimilar lo acontecido y que el recuerdo sea tristemente dulce.






3/4/09

Siete virtudes

En su forma original, se reconocen en el bushido siete virtudes asociadas: Rectitud, Coraje, Benevolencia, Respeto, Honestidad, Honor y Lealtad.

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Gi - Rectitud (decisiones correctas). Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia. Para un auténtico samurái no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.


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Yuu - Coraje. Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.


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Jin - Benevolencia. Mediante el entrenamiento intenso, el samurái se convierte en rápido y fuerte. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos. Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.


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Rei - Respeto. Los samuráis no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurái es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales. Un samurái recibe respeto no sólo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurái se vuelve evidente en tiempos de apuros.


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Makoto - Honestidad, sinceridad absoluta. Cuando un samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha de "dar su palabra", no ha de "prometer", el simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y hacer son la misma acción.


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Meiyo - Honor. El auténtico samurái sólo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones tomadas y cómo son llevadas a cabo reflejan quién es verdadero ser de sus ejecutores. Nadie puede ocultarse de sí mismo.


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Chuugi - Lealtad. Haber hecho o dicho "algo" significa que ese "algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un samurái es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel. Las palabras de un hombre son como sus huellas: puedes seguirlas donde quiera que él vaya.


Esto es lo que es. Cada persona vivirá de acuerdo a las reglas que se imponga; aceptando otras, o no. Lo único verdadero es, saber que se ha hecho lo correcto en cada momento de la vida. Artus J.