fractal

11/5/09

El crimen y la gloria del comandante Suzdal

La feminidad se volvió cancerígena.
Todas las mujeres del planeta empezaron a desarrollar cáncer al mismo tiempo, en los labios, los senos, la ingle, a veces en el borde de la mandíbula o el labio, las partes blandas el cuerpo. El cáncer tenía muchas formas, pero era siempre el mismo. Había algo en la radiación que les llegaba, algo que se internaba en el cuerpo humano y convertía una forma de desoxicorticosterona en una subforma -desconocida en la Tierra- de preñandiol, que infaliblemente causaba cáncer. El avance fue rápido.
Las niñas pequeñas murieron primero. Las mujeres se aferraban sollozando a sus padres y esposos. Las madres intentaban despedirse de los hijos.
Una mujer fuerte, una médica, tuvo el coraje de cortar tejido vivo de su propio cuerpo, ponerlo bajo el microscopio y tomar muestras de su orina, su sangre, su saliva, y obtuvo el resultado. No hay solución. Pero había algo mejor y peor que una solución.
Si el sol de Aracosia mataba todo lo femenino, si las hembras de los peces flotaban vientre arriba en la superficie del mar, si las hembras de las aves cantaban una canción más estridente y salvaje al morir sobre los huevos que nunca empollarían, si las hembras de los animales gemían en las guaridas donde se ocultaban del dolor, las mujeres no tenían que aceptar la muerte con tanta docilidad. El nombre de esa médica era Astarté Kraus.


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Las hembras humanas podían hacer lo que no estaba al alcance de las hembras de los animales. Podían cambiar de sexo. Con la ayuda del instrumental de la nave, se elaboraron grandes cantidades de testosterona, y cada muchacha y mujer sobreviviente se convirtió en hombre. Les inyectaron dosis masivas. Se les agrandaron las caras, volvieron a crecer un poco, les disminuyó el pecho, se les fortalecieron los músculos, y en menos de tres meses fueron hombres.
Algunas formas inferiores de vida habían sobrevivido porque no estaban lo bastante polarizadas hacia las formas masculina y femenina, que dependían de esa particular química orgánica para la supervivencia. Los peces desaparecieron, las plantas ocuparon los océanos, los pájaros se extinguieron, pero los insectos sobrevivieron; libélulas, mariposas, versiones mutadas de los saltamontes y escarabajos se extendieron por el planeta. Los hombres que habían perdido sus mujeres trabajaron codo a codo con los hombres que habían sido mujeres.
Cuando se reconocían, el encuentro era inefablemente triste. Marido y mujer, ambos barbados, fuertes, pendencieros, desesperados y ocupados. Los niños empezaban a comprender que nunca tendrían novia ni esposa, que no se casarían ni tendrían hijas. Pero ¿qué era un mero mundo para detener el agudo cerebro y el apasionado intelecto de la doctora Astarté Kraus? Se convirtió en el líder de su pueblo, los hombres y las mujeres-hombre. Los condujo a la supervivencia con fría racionalidad.
(Quizá, si hubiera sido una persona compasiva, los habría dejado morir. Pero la compasión no formaba parte de la personalidad de la doctora Kraus. Sólo era brillante, implacable, inexorable contra el universo que había intentado acabar con ella.)
Antes de morir, la doctora Kraus elaboró un sistema genético cuidadosamente programado. Pequeños fragmentos de tejido de los hombres se podían implantar mediante un procedimiento quirúrgico en el abdomen, dentro de la pared peritoneal, cerca de los intestinos; una matriz artificial, química artificial e inseminación artificial por radiación, por calor, permitieron que los hombres engendraran hijos varones.
¿De qué servía tener hijas si todas morían? La población de Aracosia siguió adelante. La primera generación sobrevivió a la tragedia, medio loca de pena y decepción. Enviaron cápsulas con mensajes sabiendo que sus relatos llegarían a la Tierra al cabo de seis millones de años.


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La tercera, cuarta y quinta generación de aracosianos todavía eran personas. Todos eran varones. Tenían memoria humana, tenían libros humanos, conocían las palabras “mamá”, “hermana”, “novia”, pero ya no entendían lo que significaban. El cuerpo humano, que en la Tierra había tardado cuatro millones de años en desarrollarse, tiene inmensos recursos, subterfugios mayores que los del cerebro, la personalidad o las esperanzas del individuo. Y los cuerpos de los aracosianos tomaron sus propias decisiones. Como la química de la feminidad significaba la muerte al instante, y como de vez en cuando una niña nacía muerta y era sepultada, los cuerpos decidieron adaptarse. Los hombres de Aracosia se convirtieron en hombres y mujeres. Se dieron el feo apodo de “klopt”. Como no tenían las gratificaciones de la vida familiar, se convirtieron en gallos de pelea que mezclaban el amor con el asesinato, que combinaban las canciones con duelos, que afilaban las armas y se ganaban el derecho a la reproducción en el ámbito de un extraño sistema familiar que ningún hombre decente de la Tierra habría encontrado comprensible.
Pero sobrevivieron.
Y su método de supervivencia fue tan drástico, tan contundente, que realmente resultaba difícil de comprender.
En menos de cuatrocientos años, los aracosianos se habían dividido en grupos de clanes rivales. No tenían más que un único planeta que giraba alrededor de una sola estrella. Vivían en un solo lugar. Tenían unas pocas naves espaciales que habían construido. Su ciencia, su arte y su música oscilaba con extraños espasmos de genio neurótico e inspirado, porque carecían de los elementos fundamentales de la personalidad humana, el equilibrio entre lo masculino y lo femenino, la familia, la función del amor, de la esperanza, de la reproducción. Sobrevivieron, pero se habían convertido en monstruos y no lo sabían.
A partir de sus recuerdos humanos, crearon una leyenda acerca de la Vieja Tierra. En ese recuerdo las mujeres eran monstruos que merecían la muerte, seres deformes que debían extinguirse. La familia, en ese recuerdo, era una obscenidad y una abominación que estaban dispuestos a exterminar donde quiera que la encontraran.
Ellos eran homosexuales barbados, con labios pintarrajeados, pendientes trabajados, cuidadas melenas y muy pocos viejos. Se deshacían de sus hombres antes de que éstos envejecieran; lo que no podían conseguir mediante el amor, el reposo o la comodidad, lo compraban con la batalla y la muerte. Compusieron canciones proclamándose los últimos hombres antiguos y los primeros hombres nuevos, y proclamaron su odio hacia la humanidad, y cantaron «Ay de la Tierra cuando la encontremos», ….




Cuando estaba redactando el post anterior y recordé a Cordwainer Smith, me entretuve en repasar algunos cuentos. Al detenerme en este, y ver el sufrimiento de esos seres humanos, con su locura a cuestas y su humanidad malograda, por el simple hecho de perder la dualidad macho-hembra y no poder seguir con el viejo juego de la seducción y reproducción, a la cual la naturaleza nos lleva, mezclando nuestros genes y creándonos; seres únicos con toda la complejidad que nos caracteriza, haciendo al varón y a la mujer iguales y distintos en todos nuestros matices.

Al perder esa dualidad, en la cual lo masculino y lo femenino se potencian uno al otro, posibilitando la fecundidad en todos los ámbitos, esa complementariedad. Entonces se entiende el dolor de esos seres, que los lleva a la demencia. Todo aquello que tiene que ver con la comunicación y con el amor, aquello que en las relaciones, dan sentido a la existencia humana, imbricadas con la sexualidad, extraviado, malogrado.

No debería estar haciendo disquisiciones sobre un párrafo, pero no deja de ser un ejercicio válido.

Un punto aparte sería la descripción del doctora, como algunos científicos, olvida su condición humana - ser perfectible - y solo ve objetivos que pueden no ser los correctos.

No es el cuento que más me gusta, puesto a elegir, me quedaría con: "La balada de G'Mell", o "El martirio de P'Juana", o "Los observadores viven en vano" y seguro que me olvido de otros.

Lo último que puedo decir es, Cordwainer era un grande y marcó una tendencia diferente a otros escritores de sci-fi.



Clave: El crimen y la gloria del comandante Suzdal, Los Señores de la Instrumentalidad, página 263, tomo I, Ediciones B, 1991.

15 comentarios:

talita dijo...

No sé si me gusta Artus. No sé, hay algo de trampa en este cuento, que no logro zafar. Lo leeré de nuevo y le comento.
salutes oh mestro de armas!

Erica dijo...

A mi me gustó, pero creo omo Talita, que puede tener algún mensaje subliminar.


Besos

Vulgar dijo...

Me paranoiquié, Artus.

Veronica dijo...

De pequeña me gustaba la ciencia ficcion, leia fàbulas y cuentos fantàsticos. De grande me empezò a aburrir, quizàs culpa del cine hollywoodense y los malos hàbitos. Luego me aconteciò una persona que fugazmente supo hacerme recordar lo oscuro y brillante de la ciencia ficciòn. Hoy me pasa que todavia me cuesta encontrar literatura o cine que no me parezca "una exageraciòn".
Su relato de hoy me hace recordar las peliculas Aeon Flux y El hijo del hombre, un poco. El tema de la sexualidad, me parece, le otorga un sentido mucho màs polèmico, mas(real)

(problemas con el teclado del laptop, perdòn por las tildes)

Besos Art! Segui soliloquiando.

GABU dijo...

Y me dejè atrapar por la oscuridad,sin anestesia... :(

Tengo la deprimente manìa de leer y proyectar a la vez,te aseguro que fue horrendo!!

P.D.:El ùnico mensaje que me quedò al descubierto es la suma de las miserias humanas ante la posibilidad nula de dar con soluciòn alguna...

Ficciòn??
En la miseria no logro ni buscar ni encontrar ficciòn...

BESITUPPP

Gabriela dijo...

¿Serà que soy demasiado logica que no me terminan de atrapar las cosas de ciencia ficción?

Nunca entendì que hacían dos monos a los gritos arriba de un monolito en el espacio exterior....

salud e imaginación para ud!

Romina dijo...

mmm...nunca , espero que nunca se haga relidad!
Juro que , mientras lo leia, pude imaginarlo!!
TREMENDO ARTUS!
triste sería ese final para la humanidad...
aunque se sufra, prefiero morir de amor, antes que vivir sin haber amado!
Besotes♥

Artus dijo...

Talita & Erica, ya les envié el cuento. Nada oculto, sólo un cuento.
Salutes & Bicos

Fraülein Vero, quizás adentrándose con Ursula K. LeGuin en Los desposeídos o La mano izquierda de la oscuridad; encontrarías buena lectura.
Küssen

Vulgus Nada de paranoia. Sólo es un cuento, q' ocurrió, o ocurrirá en eones...
Beso, aporteñado

Artus dijo...

GABU Por más q' sea un cuento, no deja de demostrarnos cuanto y como se pude caer, perdiendo parte de nuestra humanidad. BESOTOP

Passion La naturaleza siempre buscará otros caminos, q' no son los del hombre. Y en verdad, es preferible terminar como especie, q' vivir sin todo aquello q' nos define como humanos...
Besos, desde aquí ;)

Artus dijo...

ah!,CELIA Justo ha elegido una peli clásica de Sci-fi. La debo haber visto una docena de veces.
Sólo puedo decir: la vemos juntos y Yo le explico las escenas, si?.
El pochoclo (no, popcorn) lo llevo, Yo. Dulce o salado?
Beso su mano, Celia/Gabus

Natalia, la capricorniana alegre dijo...

Cordwainer Smith es impresionante. Pero me cuesta conseguir cosas de él. ¿Hay algo editado acá?

Saludos

Unknown dijo...

Querido Artus
anduve media inactiva, así que cuando llegué a este título en la lista me tiré de cabeza.
A mí este cuento me encanta. La creación de la raza de gatos, el crimen del comandante Suzdal, me parece enterncedora y al mismo tiempo, esclarece nuestra propia existencia, me hace pensar en fín.
La saga de P'Juana, es mi favorita, con Elena y el cazador.Y la Dama Muerta de Clowntown.
La única narración que me angustia y me dificulta la lectura es alpha-...?Boulevard.
(Ni el nombre recuerdo)
Cordwainer Smith, me parece todavía no ha sido asimilado por la cultura, es decir, no le llegó su turno.
Ya llegará.
A natalia quisiera decirle que bajé del emule una edición de los cuentos en tres tomos de editorial Nova, española; pero en la calle Corrientes en Marzo no existía en ninguna librería y me las recorrí todas.
Las ediciones de Minotauro de El juego de la Rata y el Dragón tal vez se consigan en alguna de viejo.
Bueno, besos.

Susana Peiró dijo...

Buenas Noches Artus!

Los cuentos, desde el principio de los tiempos, recrean al ser humano. Fantasía y realidad suelen darse la mano y mostrarnos -incluso por defecto- los distintos caminos que pueden seguir nuestros actos.

Me agradó tu trabajo! Muchas Gracias!

Saludote!

~¿si él=Sol, io=Andròmeda?~ dijo...

♦^^¡Súper interesante! kisiera leerlo completo. Pero lamentablemente, para mi, ahora mismo no puedo. Pero tengo ke volver por ke kisiera terminar a ver como termina esa extraña ficción :P ¡Gracias bonito! Att. vuestra: Odi^^♣

~¿si él=Sol, io=Andròmeda?~ dijo...

... ¡Ya! terminé y me parece Cool! Como sarcástica, irónica... ¡Chevere! ¡gracias lindo por proyectartenos! Att. vuestra: Odi^^♣