fractal

27/10/09

Molestia - Hartazgo

Iba a continuar escribiendo sobre Las Virtudes, recordando el libro de William J. Bennett. Pero realmente no da para más, estoy cansado, harto. Realmente cansado de todo y de todos.

Las virtudes que seguían:

Perseverancia

Honestidad
Lealtad
Fe


He leído que nada es tan influyente en la vida de los niños - y jóvenes - como el poder moral del ejemplo silencioso. Para que ellos tomen la moralidad en serio, deben ver a los adultos tomándose la moral en serio.


Algunas ideas a tener en cuenta:

- Si se comparte el respeto por ciertos rasgos fundamentales de carácter: honestidad, compasión, perseverancia, coraje. Estas son virtudes. No se nace en posesión de estos conocimientos. Por ende, junto con el precepto, el hábito y el ejemplo, existe también la necesidad de lo que se puede llamar "
alfabetización moral".
- Brindar educación moral a los jóvenes, es incluir la mente y el corazón hacia el bien. Supone normas y preceptos, implica derechos y obligaciones de la vida comunitaria.

- Deben alcanzar un nivel mínimo de función moral (funcionamiento) que los capacite para interpretar lo que ven en la vida y les ayude a vivirla bien.

- Si se desea que los hijos posean rasgos de carácter que más admiramos, debemos enseñarles cuáles son esos rasgos y por qué merecen nuestras admiración y complaciencia.

- Se habla de los valores y la importancia, como si fueran abalorios (bisutería). Pero las virtudes no son algo que se debe poseer, sino como parte esencial de la naturaleza del ser humano. Como un antídoto contra algunas distorsiones de los tiempos en que vivimos.


Si además de una inadecuada educación básica. Donde los niños y jóvenes son promovidos hacia los niveles superiores, sólo por el hecho de asistir, y no de una evaluación real. Es decir, está faltando lo básico. Si agregamos esa alfabetización moral - antes enunciada - y la ausencia de la misma. ¿Qué nos está quedando? Pues, nada.
Si tanto los educadores, como los mayores de esos niños, no les enseñan, ni con palabras, ni con ejemplos, cuáles son los caminos a seguir; mal pueden ellos a ciencia cierta, saber de esas virtudes que los harían mejores.

Tal vez estoy siendo injusto con aquellos padres y educadores que sí se preocupan por dar esa educación moral. Mas es un trabajo arduo, pues una vez salidos de sus hogares e influencia, lo que los jóvenes y niños perciben es otra cosa. Si como sociedad, se están dando ejemplos en contrario; y se pueden ver que las conductas réprobas, son aplaudidas y/o festejadas. Mal se puede esperar que los niños y jóvenes actúen de forma correcta y noble, teniendo como norma de vida a las virtudes.

Tal vez no debería escribir nada, pues no soy
Émile Zola en su alegato Yo acuso. Sólo que no veo que como grupo orgánico estemos yendo por buen rumbo.
En este momento recuerdo una frase adjudicada a Jean P. Sartre
*:

La hipocresía, ese homenaje del vicio a la virtud

Nos estamos volviendo una sociedad hipócrita. Simulamos en mostrar lo que deseamos, y luego con el disimulo, ocultamos aquello que no se quiere mostrar.

Es por eso que no escribiré más sobre las virtudes. Para aquellos padres y educadores que pasen por aquí, quizás sientan que pagan justos por pecadores (frase hecha, lo sé). Pero no puedo dejar de pensar en colectivo, y no en forma individual. Yo asumo la parte que me corresponde, pero no vislumbro una mejor sociedad, sin educación en todos los niveles.




(*)
Entiendo que la frase original fue de La Rochefoucauld, "La hipocresía no es sino el homenaje que el vicio rinde a la virtud"

16 comentarios:

Winter dijo...

Tremendo artículo que implica un renunciamiento catastrófico. Lapidario. Debo decirle que lo comprendo y peor aún, mis sensaciones se parecen mucho a las suyas.
Quizá no deberíamos descartar que puede tratarse de un nuevo orden...un nuevo estado de cosas que nos excluye.
Tenga un abrazo de una desesperanzada.

Virginia Prieto dijo...

siento como vos y coincido en muchas cosas pero me niego a que me invada la desesperanza, el no creer, el no apostar al futuro.
deberíamos leer el Emilio de Rousseau y volver a las fuentes, seguir intentando educar al soberano...sin eso, estamos perdidos

muy bueno tu post, me gusta mucho como escribís

beso

GABU dijo...

Bueno,si de saturaciòn hasta el mismisimo hartazgo hablamos,por favor tenga la ENORME caridàt mi queridìsimo ARTUS de contarme entre sus huestes,dele?? :S

A medida que te leìa vinieron a mi mente varias actitudes y gestos que tengo arraigados desde ese poder del ejemplo moral silencioso que mi padre logrò dejar grabado intrìnsecamente en mi persona...

P.D.:Y ya que recordaste a JEAN,nada màs apropiado que "el infierno son los otros" aplica a esta realidàt egoìsta y buscadora incansable de culpables que estamos viviendo...

BESITOS AUTISTAS

Anónimo dijo...

Comprendo. Pero le preguntaré: ¿sería ud capaz de renunciar tan completamente a tales tareas al punto de abandonar su profesión y su lugar en la sociedad para retirarse a, por caso, lavar pisos o cuidar enfermos?

La enseñanza es total, como ud bien dice, y nunca termina. Renunciar a ella, además de improbable, quizá sea el peor ejemplo.

Winter dijo...

Artus, desde que leí tu artículo ayer...no puedo sacármelo de la cabeza: "Es por eso que no escribiré más sobre las virtudes".
El vivir en la desesperanza no genera nada bueno. Muy a mi pesar, que soy conciente de ello, no consigo incorporar a mi vida el optimismo de Vir, que se resiste a vivir sin esperanza. Ojalá hubiera un método.
He notado que bastante gente que se dedica a la docencia, aún cuando tienen muchos sinsabores, cuando logran algún resultado, se sienten estimulados para seguir. En cambio, a mí, un pequeño éxito, no me provoca nada, lo siento como una gota de café en el océano.
Recuerdo que alguien me dijo hace ya tiempo, que la desesperanza es un síntoma de vejez. No sé si se trata de combatirla o de negarla. ¿Cómo lo logrará Vir?

Artus dijo...

winter 1&2
No es tanto desesperanza, lo q' "padezco", es más bien - creo - hastío. Ver la falta de compromiso para mejorar, ver q' la educación se ha venido a pique, y todo aquello q' podemos observar a nuestro alrededor; me ha "saturado". Eso no quita q', luego de "patalear", rezongar (refunfuñar), aprieto los dientes y sigo adelante, con mi tónica y mi forma de ser y a pesar de todos...
Eso si, muy esperanzado por la especie humana, no estoy. Tengo en mente un post al respecto...:(
No creo q' la desesperanza sea un síntoma de vejez, en estos tiempos es más bien una reacción hacia lo q' nos rodea (llámese, gobernates, legisladores, empresarios, y otros).
El tema da para más, mucho más. Entiendo q' no somos pocos, los q' queremos una sociedad mejor, pero últimamente no se está notando.
Un afectuoso abrazo, y no decaiga :)

Artus dijo...

Vir
Creo q' no es deseperanza (ver la respuesta a winter). Pienso q' fue más una catarsis, el querer sacármelo de adentro. No cejaré en seguir siendo el q' soy, y en la medida de lo posible actuar en consonancia (en palabras y ejemplos).

Beso, y gracias...

Artus dijo...

GABU
Si yo también recordé la frase "infierno son los otros"; pero a veces somos nos, los q' dejamos las "cosas" sucedan sin actuar...
Siempre los padres marcan mucho con su ejemplo, sin palabras, sólo con su accionar (para bien o para mal)...

Besos - sin etiquetar :)-

Artus dijo...

ah! Naifa, un golpe por debajo del cinturón :)
Si es probable q' renunciar no sea lo mejor. La remito a las anteriores respuestas.
Mucha veces he pensado en rasurame el balero (metafóricamente hablando) y tener una actitud de servicio hacia los demás. Lo hago - de otras maneras -, pues eso se me ha enseñado (actitud cristiana y/o budista, para con los demás).
Gracias por el tirón. Saúdos

talita dijo...

Artus. me impactó. supongo que porque compato el sentimiento de hartazgo. supongo que por eso y por otras cosas más...
salutes

Anónimo dijo...

Permítame pedirle disculpas, Artus.
Debí decir, simplemente, que aunque crea poder renunciar a la enseñanza, y aunque de hecho renunciara al ejercicio de la docencia, si fuera el caso, usted nunca dejaría de enseñar. Y por lo que aquí se lee, buenas cosas.

Artus dijo...

talita, algún día nos juntaremos todos y haremos algo (?) para hacernos notar y propiciar un cambio. Siempre hay espereanzas...
Saúdos

naifa
No hay porq', siempre es bueno disentir y oir otras voces. Gracias por las palabras.
Saúdos

Etienne dijo...

Yo también estoy harto, harto de las injusticias, de los desequilibrios, de las cosas que pasan que no deberían pasar, de las cosas que son crudamente reales y que deberían ser fantasías de terror.
De mi humildísimo lugar intento poner un poco de justicia, enseñar que las cosas, si las deseamos, requieren un poco de esfuerzo, si nos cuesta, es porque valen.
La moral es algo en extinción, lamentablemente. Igual que el honor, el interés por las causas justas y muchas otras que ya duelen declarar desaparecidas.
El maléfico orden actual del sistema ha hecho un lavaje de cabezas, un trastoque de la escala de valores, un estropicio en el alma de las buenas gentes.
Desde aquí, lo comprendo y más allá de lo catastrófico del panorama, lo acompaño a donde usted me lleve, porque en definitiva, lo importante somos las personas y lo que somos. El resto es pura pantalla.
Abrazos mon ami!!

Artus dijo...

Etienne
Gracias por tus palabras. Es así no más. Siendo reiterativo, espero q' algunas vez se retome el rumbo. La esperanza siempre está...

Abrazos, intedente.

Vivius dijo...

Entiendo tu hartazgo, también me pasa, en éstas cosas, en otras, pero no tiremos la toalla.
Besos :)

Artus dijo...

Vivi
Tirar la toalla? No!!
Patalearé, gritaré, me ofuscaré. Pero como diría Almafuerte: "No te des por vencido, ni aún vencido,.."

Beso, ....luchadora :)