Las narraciones acerca de la amistad requieren adoptar la perspectiva de los amigos, tomar a los demás en serio.
En las mejores amistades vemos un paradigma moral de todos las relaciones humanas en lo que quizás sea su forma más pura.
Un amigo es algo más que un conocido, y la amistad supone algo más que afecto. La amistad suele surgir de intereses y metas comunes, y estos propósitos se fortalecen con los impulsos benignos que tarde o temprano generan.
Las exigencias de la amistad - franqueza, apertura, capacidad de tomar las críticas de los amigos tan seriamente como sus expresiones de admiración o elogio, lealtad, asistencia al punto de autosacrificio - son potentes estímulos para la maduración y el ennoblecimiento moral (estamos hablando de jóvenes y niños, sobre todo).
En estos tiempos, cuando a menudo resulta tan fácil establecer relaciones informales y cuando la utilidad es tan precipitada y barata, es preciso recordar que la amistad genuina requiere tiempo.
Se requiere un esfuerzo para establecerla, y trabajo para mantenerla. Y aunque sea - como decía C.S.Lewis - la forma menos biológica del amor, es también una de la más importantes.
A propósito, las debilidades buscan la compañía tanto o más que las virtudes. Hay relaciones que no merecen la clasificación de amistad pero que aun así ostentan ese nombre; esa clase de amistad que el ensayista Joseph Addison denominaba "confederaciones del vicio, o ligas del placer" (por favor, recordar que era un hombre que vivió entre los siglos XVII y XVIII).
Nuestros amigos deben ser aliados de lo mejor de nosostros, deberíamos enseñar a los jóvenes (y niños) a reconocer las falsas amistades, a entender que son nocivas, a comprender que refuerzan lo más indigno de nosotros.
Tener amigos es sólo la mitad de la relación, aunque es la mitad que más suele preocupar a padres e hijos. Puede decirse que "los buenos amigos contribuyen a nuestra crianza"; pero el anverso de esta moneda es que uno es el buen amigo, el agente activo que educa al otro.
Extracto de la Etica nicomaquea: quienes comienzan apresuradamente un intercambio de actos amistosos pueden sentir el deseo de ser amigos, pero no lo serán a menos que también sean objetos apropiados de la amistad y se conozcan mutuamente como tales, es decir, la apetencia de amistad puede surgir rápidamente, pero no la amistad misma.
- Damón y Pitias
Damón y Pitias habían sido excelentes amigos desde la infancia. Cada cual confiaba en el otro como un hermano y cada cual sabía en su corazón que sería capaz de todo por su amigo. con el tiempo llegó el momento de demostrar la hondura de su devoción. Sucedió de esta manera.
Dionisio, el monarca de Siracusa, se fastidió cuando oyó los discursos que pronunciaba Pitias. El joven estudioso decía en público que ningún hombre debía ejercer poder ilimitado sobre otro, y que los tiranos eran reyes injustos. En un arrebato de ira, Dionisio convocó a Pitias y su amigo.
-¿Quienes creéis que sois, para sembrar el descontento entre la gente? -preguntó.
-Yo sólo digo la verdad- respondió Pitias -. No Puede haber nada de malo en ello.
-¿Y tu verdad sostiene que los reyes tienen demasiado poder y que sus leyes no son buenas para sus súbditos?
-Si un rey ha tomado el poder sin autorización del pueblo, eso es lo que yo diría.
-Estas palabras son traición -gritó Dionisio-. Estás conspirando para derrocarme. Retráctate de tus palabras, o enfrenta las consecuencias.
-No me retractaré -respondió Pitias.
-Entonces morirás. ¿Tienes un último pedido?
-Sí. Déjame ir a casa para despedirme de mi esposa y mis hijos, y para poner mis cosas en orden.
-Veo que no sólo crees que soy injusto, sino que además soy estúpido -rió desdeñosamente Dionisio-. Si te dejo salir de Siracusa, no volveré a verte.
-Te haré un juramento.
-¿Qué clase de juramento podrías hacer que me indujera a creer que regresarás?
En ese momento Damón, que había permanecido en silencio, se adelantó.
-Yo seré su garantía -dijo-. Reténme en Siracusa, como prisionero, hasta el regreso de Pitias. Nuestra amistad en bien conocida. Puedes tener la certeza de que Pitias regresará mientras me tengas aquí.
Dionisio estudió en silencio a ambos amigos.
-Muy bien -dijo al fin-. Pero si deseas tomar el lugar de tu amigo, debes estar dispuesto a aceptar su sentencia si él rompe su promesa. Si Pitias no regresa a Siracusa, morirás en su lugar.
-Él mantendrá su palabra -respondió Damón-. No tengo la menor duda de ello.
Pitias obtuvo autorización para irse por un tiempo, y Damón fue a dar a la cárcel. Al cabo de varios días, como Pitias no aparecía, Dionisio no pudo con su curiosidad y fue a la prisión para ver siDamón se errepentía del trato que había hecho.
-Tu tiempo se está acabando -se mofó el monarca de Siracusa-. Será inútil pedir piedad. Fuiste necio al confiar en la promesa de tu amigo. ¿De verás creíste que sacrificaría su vida por ti o por cualquier otro?
-Sólo ha sufrido una demora -respondió Damón sin inmutarse-. Los vientos le han impedido navegar, o tal vez ha sufrido un accidente en la carretera. Pero si es humanamente posible, él regresará a tiempo. Creo en su virtud tanto como en mi existencia.
Dionisio se asombró de la confianza del prisionero.
-Veremos -dijo, y dejó a Damón en sus celda.
Llegó el día fatal. Damón fue sacado de la prisión y conducido ante el verdugo. Dionisio lo saludó con una sonrisa socarrona.
-Parece que tu amigo no ha llegado -rió-. ¿Qué piensas ahora de él?
-Es mi amigo -respondió Damón-. Confío en él.
Y mientras hablaba, las puertas se abrieron y Pitias entró tambaleándose. Estaba pálido y magullado, y apenas podía hablar de cansancio. Se arrojó en brazos de su amigo.
-Estás a salvo, loados sean los dioses -jadeó-. Parece que los hados conspiraban contra nosotros. Mi barco naufragó en una tormenta, y luego me atacaron salteadores. Pero rehusé abandonar mis esperanzas, y logré llegar a tiempo. estoy dispuesto a cumplir mi sentencia de muerte.
Dionisio quedó atónito al oír estas palabras, y sus ojos y su corazón se abrieron. Era imposible resistir el poder de semejante constancia.
-La sentencia queda revocada -declaró-. Nunca creí que tanta fe y lealtad pudieran existir en la amistad. Me has demostrado cuán equivocado estaba, y es justo que seas recompensado con tu libertad. Pero a cambio os pediré un gran servicio.
-¿A qué te refieres? -preguntaron los amigos.
-Enseñadme a formar parte de una amistad tan noble.
Dionisio, el monarca de Siracusa, se fastidió cuando oyó los discursos que pronunciaba Pitias. El joven estudioso decía en público que ningún hombre debía ejercer poder ilimitado sobre otro, y que los tiranos eran reyes injustos. En un arrebato de ira, Dionisio convocó a Pitias y su amigo.
-¿Quienes creéis que sois, para sembrar el descontento entre la gente? -preguntó.
-Yo sólo digo la verdad- respondió Pitias -. No Puede haber nada de malo en ello.
-¿Y tu verdad sostiene que los reyes tienen demasiado poder y que sus leyes no son buenas para sus súbditos?
-Si un rey ha tomado el poder sin autorización del pueblo, eso es lo que yo diría.
-Estas palabras son traición -gritó Dionisio-. Estás conspirando para derrocarme. Retráctate de tus palabras, o enfrenta las consecuencias.
-No me retractaré -respondió Pitias.
-Entonces morirás. ¿Tienes un último pedido?
-Sí. Déjame ir a casa para despedirme de mi esposa y mis hijos, y para poner mis cosas en orden.
-Veo que no sólo crees que soy injusto, sino que además soy estúpido -rió desdeñosamente Dionisio-. Si te dejo salir de Siracusa, no volveré a verte.
-Te haré un juramento.
-¿Qué clase de juramento podrías hacer que me indujera a creer que regresarás?
En ese momento Damón, que había permanecido en silencio, se adelantó.
-Yo seré su garantía -dijo-. Reténme en Siracusa, como prisionero, hasta el regreso de Pitias. Nuestra amistad en bien conocida. Puedes tener la certeza de que Pitias regresará mientras me tengas aquí.
Dionisio estudió en silencio a ambos amigos.
-Muy bien -dijo al fin-. Pero si deseas tomar el lugar de tu amigo, debes estar dispuesto a aceptar su sentencia si él rompe su promesa. Si Pitias no regresa a Siracusa, morirás en su lugar.
-Él mantendrá su palabra -respondió Damón-. No tengo la menor duda de ello.
Pitias obtuvo autorización para irse por un tiempo, y Damón fue a dar a la cárcel. Al cabo de varios días, como Pitias no aparecía, Dionisio no pudo con su curiosidad y fue a la prisión para ver siDamón se errepentía del trato que había hecho.
-Tu tiempo se está acabando -se mofó el monarca de Siracusa-. Será inútil pedir piedad. Fuiste necio al confiar en la promesa de tu amigo. ¿De verás creíste que sacrificaría su vida por ti o por cualquier otro?
-Sólo ha sufrido una demora -respondió Damón sin inmutarse-. Los vientos le han impedido navegar, o tal vez ha sufrido un accidente en la carretera. Pero si es humanamente posible, él regresará a tiempo. Creo en su virtud tanto como en mi existencia.
Dionisio se asombró de la confianza del prisionero.
-Veremos -dijo, y dejó a Damón en sus celda.
Llegó el día fatal. Damón fue sacado de la prisión y conducido ante el verdugo. Dionisio lo saludó con una sonrisa socarrona.
-Parece que tu amigo no ha llegado -rió-. ¿Qué piensas ahora de él?
-Es mi amigo -respondió Damón-. Confío en él.
Y mientras hablaba, las puertas se abrieron y Pitias entró tambaleándose. Estaba pálido y magullado, y apenas podía hablar de cansancio. Se arrojó en brazos de su amigo.
-Estás a salvo, loados sean los dioses -jadeó-. Parece que los hados conspiraban contra nosotros. Mi barco naufragó en una tormenta, y luego me atacaron salteadores. Pero rehusé abandonar mis esperanzas, y logré llegar a tiempo. estoy dispuesto a cumplir mi sentencia de muerte.
Dionisio quedó atónito al oír estas palabras, y sus ojos y su corazón se abrieron. Era imposible resistir el poder de semejante constancia.
-La sentencia queda revocada -declaró-. Nunca creí que tanta fe y lealtad pudieran existir en la amistad. Me has demostrado cuán equivocado estaba, y es justo que seas recompensado con tu libertad. Pero a cambio os pediré un gran servicio.
-¿A qué te refieres? -preguntaron los amigos.
-Enseñadme a formar parte de una amistad tan noble.
- William Butler Yeats
Aunque te encuentres en tus días radiantes,
con voces en la multitud
y amigos nuevos que te adulan,
no seas engreído ni orgulloso,
y piensa ante todo en los viejos amigos.
La cruel marea del tiempo subirá,
tu belleza perecerá y se perderá
para todos los ojos menos éstos.
con voces en la multitud
y amigos nuevos que te adulan,
no seas engreído ni orgulloso,
y piensa ante todo en los viejos amigos.
La cruel marea del tiempo subirá,
tu belleza perecerá y se perderá
para todos los ojos menos éstos.
- La flecha y la canción -Henry Wadsworth Longfellow
Disparé una flecha al aire,
y no supe dónde.
Mi vista no podía
seguír su raudo vuelo.
Lancé al aire una canción,
y cayo, no supe dónde.
¿Qué vista podía seguir
una canción por los aires?
Mucho después, en un roble,
encontré una flecha intacta;
y la canción, toda entera,
en el pecho de un amigo.
Nota: Próximo post sobre las virtudes: trabajo.
Clave: El libro de la virtudes, William J. Bennett, Javier Vergara Editor S.A., 1995.
y no supe dónde.
Mi vista no podía
seguír su raudo vuelo.
Lancé al aire una canción,
y cayo, no supe dónde.
¿Qué vista podía seguir
una canción por los aires?
Mucho después, en un roble,
encontré una flecha intacta;
y la canción, toda entera,
en el pecho de un amigo.
Nota: Próximo post sobre las virtudes: trabajo.
Clave: El libro de la virtudes, William J. Bennett, Javier Vergara Editor S.A., 1995.
11 comentarios:
ARTUS,me fascinò èste pòstulo!!
(esta vez no me sentè de tujes ni nada raro,vistesss??)
jajajjajajjajajaj
Sabès? Mientras te leìa pensaba (aunque parezca mentira,juas!) que dentro de la categorìa amistad hay como mìnimo 3 subcategorìas para mi,a saber:amigos elegidos,amigos encontrados y amigos adoptados...
Dentro de los amigos elegidos (esos que dicen que los contàs con los dedos de una sola mano) sesuda y conscientemente tengo 3 con los que compartimos màs de 20 años de amistad;los elegidos no seràn màs de media docena y son aquellos con los que conjugamos cierta complicidad y los adoptados son esos que el azar cruzò en el camino y con los cuales compartimos curiosas coincidencias...
P.D.:Me costò tiempo entender dentro de ese extraño proceso de maduraciòn que a los amigos en cualquiera de sus categorìas los elegimos convenientemente màs allà de puntos en comùn...
Y como conclusiòn final,personalmente siento que esos 3 amigos,son autènticos hermanos,con ellos siento que comparto mi alma... :)
BESULLIS ANDARIEGOS
Muy bello tu "desglose" de esta virtud!! ;)
querido artus, hoy me ha hecho caer unas lágrimas pues voy a escribir sobre ellas, mis amigas. Conservo dos de mi infancia. hermanas de la vida, a las que amo con todo mi corazón. la vida me ha dado otros más que conservo y amo como mis más preciadas virtudes. confio en ellos más que en mi propio juicio. son mi pequeña familia elegida.
gracias artus. la virtud de la amistad es muy poco apreciada.
salutes
Mmmm. La amistad es como la sopa, no hay que dejar que se enfríe.
Mafalda
Artus, me encanto el post..y cuanta verdad hay en ello. Es dificil y complejo encontrar la verdadera amistad. Estamos en una epoca tan light, en donde todo tiene q ser rapido y fugaz y nadie se toma el tiempo necesario para hacer madurar las relaciones...y muchas veces al primer contratiempo lo borra de un plumazo.
yo le tengo mucha pena a esa gente q toma el afecto tan a la ligera.
Por suerte hay amigos..y siempre hay q estar atento a la gente que llega a nuestras vidas pq siempre puede haber un amigo maravilloso.
Besos!!
El post es simplemente perfecto.
Y recién hoy reparé en la cita de
Un mago de terramar, casi una elegía.
Precioso.
Besos
GABU
En realidad creí q' este post te iba a venir de perlas - recordando tu póstulo sobre las amigas -. Lo q' escribís sobre las categorías y elegir más allá de los puntos en común, está muy bien; es bello.
En cuanto a mí, es una de las "virtudes" en q' siempre estaré en falta. Los voy perdiendo con el correr del tiempo.
Además me han dicho q' soy demasiado exigente(?),... y eso q' NO los mido con vara rasa (como diría el Nano)...
Besos, rubiales :)
Talita
Un alegrón q' posea amigas así. Luego de leer su post, Ud. sabe apreciar dicha virtud. No hay porqué darme las gracias. Brindo por Ud. y sus amigas :)
Saúdos.
Winter
No recordaba esa "cita" del genial QUINO.
Beso
Irene
Es así, estamos en épocas "jodidas"; pocos valores, mucho consumo. Y sí, a veces se pueden hacer nuevos amigos, sin estar uno esperándolo; sólo hay q' estar atentos.
Besos
Berenice
El pqño. poema de Ursula, me acompaña siempre. Decir q' me encanta, es poco.
Gracias por lo expresado en el anterior post; sé q' somos varios con las mismas ideas.
Y sí se me pemite, creo q' mis escritos son perfectibles.
Besos para Ud., dama-inquietante
La amistad hay que cultivarla y cuidarla, sino se marchita y en ese proceso algunos no se dan cuenta y luego no entienden porque se termina.
Es como todo Artus, va decantando.
Besos, :)
Menos mal que estoy a punto de aprovechar el fin de semana largo para ver a mi familia y mis amigos porque sino me hubiera deshidratado!!
La amistad es el alimento del alma, nos lleva a hacer cosas increíbles. Brindo por sus líneas estimadisimo!!
Qué buena esta serie de las virtudes.
Sentida y muy valiosa esta de la amistad.
Qué gran regalo.
No sólo atesora el saber, sino que sabiamente.
A su salud y a la salud de los amigos.
Vivius
Es así, lo único q' puedo agregar es q' a veces uno se encuentra mirando para otro lado :(
Besos
Etienne
Bienvenido al brindis. Buen fin de semana largo y a disfrutar de familia y amigos!
Abrazo
Naïfa
Bienvenida, y brindemos por amigos presentes y futuros.
Beso
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